Columna elaborada para El Mercurio Inversiones.
Esta es una columna de Cristóbal Romo, director legal BDO Chile, elaborada para El Mercurio Inversiones:
A la luz de las normas actuales de la SVS, se consolida un principio rector en materia de regulación de los Gobiernos Corporativos, este es: el de la autorregulación de las buenas prácticas corporativas que debiera regir en todas las empresas.
Hoy, este principio se ha visto severamente cuestionado en atención a los últimos escándalos descritos por la prensa, asociados a la colusión en el mercado del papel higiénico, o la reciente gestión administrativa de Clínica Las Condes, o la solicitud de liquidación por insolvencia de Constructora Fernández Wood, por citar los casos más recientes y emblemáticos.
Las críticas se fundamentan en que las empresas y sus directorios no están dando un efectivo cumplimiento a la normativa actual que rige esta materia. En razón de lo anterior, el verdadero desafío no está dado por criticar la normativa actual, sino más bien, en dotar a los órganos de administración y control de las empresas de mecanismos que sean eficientes en la búsqueda del buen gobierno corporativo.
En este escenario, las empresas de auditoría externa y consultoras, los estudios jurídicos especializados, las certificadoras, las oficinas de cumplimiento y los revisores independientes, deben asumir un rol indispensable para colaborar en la solución de la coyuntura actual y el control del cumplimiento de las normas internas de las empresas y el rol del “oficial de cumplimiento”. En efecto, los equipos de apoyo deben brindar los servicios que garanticen un correcto seguimiento de las buenas prácticas corporativas, proponiendo soluciones creativas, dinámicas y eficaces que den la tranquilidad necesaria para la buena marcha de cada empresa, siempre desde un prisma regido por el profesionalismo, la transparencia y la ética.